Cierto cine de Comas, ayer por la noche demostró tener unas pésimas condiciones de higiene. ¿Por qué? Pues en una de sus funciones nocturnas, los asistentes se vieron rodeados en plena película por nada más y nada menos que roedores. Honestamente, ¡ya basta! ¿Por qué digo basta? Porque es increíble que los establecimientos y marcas más recurridas en Lima por el consumidor. Nos vengan con extras e indeseables sorpresas. 

Primero un roedor e insectos en establecimientos de comida. Y cuando uno creía que la opción de cine era una forma segura de disfrutar de una película con algo de comida. De pronto nos cae esta bomba. En lo personal, no se quién puede ser el más responsable sobre este desagradable incidente: la cadena de cine, el personal de la compañía o las compañías de limpieza, encargadas de que los establecimientos no se encuentren con ningún tipo de estas pequeños acompañantes indeseados en un cine?

¿A quien le echan la culpa los consumidores? Pues al parecer, al primero que tienen al frente. Por lo cual, el dedo del publico apunta a esta cadena de cine, de la cual soy consumidora ferviente tengo que decirlo, porque no falta estreno, que no vaya a verlo y con las más altas expectativas de trato al cliente y por supuesto comodidad en las salas.